El Título de Crédito Agropecuario (TCA) es un instrumento que facilita las transacciones de la cadena de valor agropecuaria de forma ágil, simple y eficiente.
Sus emisores naturales, aunque no es excluyente, son productores agropecuarios o aquellos libradores cuyos ingresos están correlacionados de manera perfecta o cercana al precio de los productos subyacentes en los que los mismos se emiten (granos principalmente).
De esta forma, quien emite un título de estas características, consigue financiarse al momento inicial con la volatilidad propia de su actividad o del bien que produce, facilitando en muchos casos la toma de decisiones de consumo o inversión con independencia de la volatilidad de las tasas de interés o el tipo de cambio.
Por otro lado, quien recibe en forma de pago un TCA posee un documento que es endosable (por lo tanto no debe permanecer en su poder hasta el vencimiento) y por lo tanto puede hacer líquido transfiriendo el mismo a un proveedor y obteniendo mercadería a cambio, lo cual genera un circulo virtuoso. Asimismo, al se un instrumento susceptible de negociación en el mercado de capitales, también existe la opción de ingresarlo al circuito de negociación y conseguir directamente liquidez inmediata.
Es interesante destacar en este punto, que se entiende habrá gran cantidad de inversores interesados en obtener instrumentos de inversión vinculados a la actividad agropecuaria (es sabido que es la actividad con la mayor productividad de la economía nacional). Este tipo de instrumentos hoy no existen, y por lo tanto su creación puede generar demanda por parte de inversores.
En este punto, es dable destacar asimismo que los incentivos de todas las partes se alinean en este escenario en favor del crecimiento y el desarrollo de la economía nacional.
No está de más decir, en forma expresa, que en caso de generarse una demanda importante por el TCA se producirá un nuevo canal de “esterilización natural” de los pesos disponibles en la economía.
Es un instrumento que se suscribe o se adquiere en pesos y se paga en la misma moneda. Por lo tanto, no se requieren divisas en ningún momento de su vigencia. No obstante, el valor de pago va a depender del precio del subyacente al vencimiento, el cual estará vinculado a la cotización del mismo. Esto último, en definitiva, produce en el inversor la exposición a la evolución tanto del tipo de cambio oficial como del commoditie de que se trate y se torna en una opción más para un mercado de capitales con pocos instrumentos disponibles.
Asimismo, es un instrumento PRO – PYME. Esto en el sentido que, si algún miembro de la cadena de endosos es una PYME, posee un título susceptible también de ser avalado por una Entidad de Garantía (bancos y/o SGRs) y por lo tanto conseguir financiamiento competitivo en cuanto a los costos y flexible de acuerdo a sus necesidades.
Una vez obtenido el aval, el TCA podrá ser descontado en el panel correspondiente del Mercado en dónde coticen con los beneficios que estos avales habitualmente traen aparejados.
Asimismo, es un instrumento de fácil, rápida y económica confección lo cual lo hace válido para todo tipo y tamaño de empresas.
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